¿Cómo comprar inmueble hipotecado?

Que una casa esté hipotecada significa que el actual propietario solicitó un préstamo y el inmueble fue inscrito como garantía de pago, pero es importante que . En el primer caso, se podrá ejercitar contra ese deudor que es a la vez el actual propietario de la cosa hipotecada, la acción real únicamente, o ésta y la acción personal. La razón es que, tras la crisis económica, la situación del sector parece recuperar la confianza y los compradores empiezan a interesarse de nuevo por acceder a la compra de inmuebles. Además, cuando el comprador adquiere un inmueble en subasta, desconoce el estado en el que se encuentra el interior de la vivienda, por lo que también esperará que se produzcan gastos de reparación y mantenimiento del inmueble.

Si todo es correcto, podrá firmar esta hipoteca ante notario y convertirse así en el nuevo propietario del inmueble. Lo que se debe descartar por completo es la compra sin subrogar la hipoteca, porque el riesgo es alto para el comprador. Hay que tener en cuenta que quien compra el inmueble hipotecado, lo compra junto con la hipoteca, un gravamen que acompañará al inmueble hasta que se cancele la hipoteca. La opción muy mala es, sin duda, la tercera, porque si el deudor no paga, tendrá que hacerlo él mismo o arriesgarse a que le embarguen el inmueble y lo subasten.

Cuando la venta se realiza sin subrogar la hipoteca, la propiedad del inmueble pasa al vendedor, y la deuda sigue siendo del vendedor, pero el inmueble sigue afectado por la hipoteca. Sin embargo, hay que saber que con un asesoramiento legal profesional y mucha paciencia los inversores pueden adquirir un inmueble que se revalorizará en el futuro, ha señalado Arturo González. Si se quiere comprar un piso hipotecado suele ser imprescindible que, para poder pagarlo, también se hipoteque, y si no se opta por la subrogación como hemos comentado anteriormente, probablemente se tenga que pedir una nueva hipoteca a un banco. Pero hoy en día esta opción ya no es la más solicitada por los compradores de pisos porque, actualmente, se suele pedir una entrada del 20% del nuevo propietario para poder subrogar la hipoteca, cuando hace unos años se solían conceder hipotecas por el 100% del valor de la vivienda.

Esto evita que el nuevo propietario pueda ser ejecutado por el acreedor hipotecario en caso de que el deudor (vendedor) no pague la deuda. Recuerda que la hipoteca es un derecho real que afecta al bien hipotecado, por lo que, independientemente de quién sea el actual propietario del inmueble, la hipoteca puede ser ejecutada por el acreedor hipotecario. Si en algún momento se incumple este compromiso por parte del cliente, el banco puede comenzar a realizar una serie de operaciones que pueden terminar con el embargo del piso, el paso de la propiedad a manos del banco y finalmente con el desalojo de la familia o personas que residen en él. Con la compra de una vivienda hipotecada, las personas pueden ahorrarse entre un 30 y un 50 del valor de la casa, pero al mismo tiempo adquirirán un saco de gastos, problemas y preocupaciones que les pueden desfalcar, advierten los abogados.

Todo parecía ganado, pues efectivamente la vendedora no se presentó en la fecha señalada para la firma de la escritura, pero había un pero, y es que la compradora, aunque sí se presentó a firmar la escritura, en esa diligencia no demostró que también podía cumplir con su obligación de pago, y esto es relevante porque quien demanda debe demostrar que ha cumplido con su parte, pues no es aceptable que un moroso demande al otro por moroso.

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