Cómo financiar un piso al 100
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Existen varias formas de financiar la compra de un piso:
- Con un préstamo hipotecario: Es la forma más común de financiar la compra de un piso. Consiste en solicitar un préstamo a una entidad financiera, que se garantiza con la propiedad del piso. El propietario del piso es el deudor del préstamo y deberá devolver el importe prestado más los intereses acordados en el contrato de préstamo.
- Con una hipoteca inversa: Es una forma de financiación que se utiliza principalmente por personas mayores que disponen de una propiedad libre de cargas y que necesitan liquidez. Consiste en vender la propiedad a una entidad financiera a cambio de una cantidad determinada de dinero, que se recibe en forma de renta mensual. La entidad financiera adquiere la propiedad del piso y se convierte en el dueño, pero el propietario sigue viviendo en el piso como inquilino.
- Con una subrogación: Consiste en adquirir un piso a través de una financiación que ya ha sido solicitada por otra persona. La persona que adquiere el piso se «subroga» al contrato de préstamo hipotecario y asume el compromiso de devolver el dinero prestado más los intereses acordados.
- Con una financiación participativa: Es una forma de financiación que se basa en la colaboración de un grupo de inversores, que aportan el dinero necesario para la compra del piso a cambio de participar en los beneficios generados por la propiedad.
Es importante tener en cuenta que cada forma de financiación tiene sus propias condiciones y requisitos, y que es necesario comparar diferentes opciones para elegir la que mejor se adapte a las necesidades y circunstancias de cada persona.
¿Qué es una hipoteca con doble garantía?
Una hipoteca con doble garantía es un préstamo hipotecario que se garantiza con dos inmuebles distintos. Esta modalidad de hipoteca se utiliza cuando el prestatario no dispone de una sola propiedad que pueda servir como garantía suficiente para el préstamo, o cuando el banco exige una mayor garantía debido a la elevada cantidad del préstamo o a la situación económica o crediticia del prestatario.
En una hipoteca con doble garantía, el prestatario debe ofrecer dos inmuebles distintos como garantía del préstamo, que pueden ser dos pisos, un piso y un local, un piso y una finca, etc. Los dos inmuebles deben ser propiedad del prestatario y estar libres de cargas o deudas. Si el prestatario incumple sus obligaciones de pago, el banco puede ejecutar cualquiera de los dos inmuebles para recuperar el dinero prestado.
Es importante tener en cuenta que una hipoteca con doble garantía puede ser más costosa que una hipoteca tradicional, ya que el banco asume un mayor riesgo al financiar dos inmuebles en lugar de uno. Además, el prestatario debe tener en cuenta que la ejecución de cualquiera de los dos inmuebles puede afectar a su patrimonio y a su situación económica. Por lo tanto, es importante valorar bien si esta opción es la más adecuada y comparar diferentes alternativas antes de tomar una decisión.
¿Qué es una hipoteca puente?
Una hipoteca puente es un préstamo a corto plazo que se concede para financiar la compra de una nueva vivienda mientras se vende la vivienda actual del prestatario. La hipoteca puente se garantiza con la vivienda que se va a comprar y, por tanto, se convierte en la garantía del préstamo.
La hipoteca puente se utiliza cuando el prestatario necesita liquidez para comprar una nueva vivienda antes de que se venda la vivienda actual, pero no dispone de suficiente dinero en efectivo o no quiere utilizar sus ahorros. El plazo de la hipoteca puente suele ser de unos pocos meses, hasta que se venda la vivienda actual y se obtenga el dinero necesario para cancelar la hipoteca puente.
Para solicitar una hipoteca puente, el prestatario debe presentar una serie de documentos y cumplir con ciertos requisitos establecidos por el banco o entidad financiera. Entre los documentos que suele exigir el banco están el DNI, el NIE, el certificado de la propiedad de la vivienda que se va a comprar y una valoración de la vivienda por parte de un tasador.
El banco evalúa la solvencia y la capacidad de pago del prestatario y, en función de ello, establece las condiciones de la hipoteca puente, como el plazo, el tipo de interés, las comisiones, etc. Una vez aceptada la solicitud, se firma un contrato de hipoteca puente y se inscribe la hipoteca en el Registro de la Propiedad.
El prestatario debe devolver la hipoteca puente en las condiciones establecidas en el contrato, que suelen incluir un plazo de devolución de unos pocos meses y una serie de pagos mensuales que incluyen el principal y los intereses. Si el prestatario incumple sus obligaciones de pago, el banco puede ejecutar
¿Qué diferencia hay entre un préstamo hipotecario y un préstamo de garantía hipotecaria?
Un préstamo hipotecario es un tipo de préstamo a largo plazo que se concede a particulares o empresas para financiar la compra de un inmueble o para obtener liquidez a través de la hipoteca de una propiedad que ya poseen. El inmueble se convierte en la garantía del préstamo, lo que significa que si el prestatario incumple sus obligaciones de pago, el banco puede ejecutar el inmueble para recuperar el dinero prestado.
Un préstamo de garantía hipotecaria, por otro lado, es un préstamo a corto o medio plazo que se concede a particulares o empresas y se garantiza con una hipoteca de una propiedad que ya poseen. El préstamo de garantía hipotecaria se suele utilizar para obtener liquidez de forma rápida y para hacer frente a necesidades puntuales, como una reforma, una compra de un coche, un viaje, etc. El inmueble hipotecado no se vende, sino que sigue siendo propiedad del prestatario y se recupera una vez se haya devuelto el préstamo.
En resumen, la principal diferencia entre un préstamo hipotecario y un préstamo de garantía hipotecaria es que el primero se concede para financiar la compra de un inmueble y el segundo se concede para obtener liquidez y se garantiza con una hipoteca de una propiedad ya existente. Además, el plazo y las condiciones del préstamo suelen ser diferentes en cada caso.
¿Qué banco te da el 100 por 100 de la hipoteca?
(Esta información varía en función de la coyuntura y los productos bancarios)
No existen bancos que concedan una hipoteca al 100% del valor del inmueble. En general, los bancos suelen exigir una entrada o una parte del precio del inmueble que se financia con la hipoteca, conocida como «aportación propia». Esta aportación suele oscilar entre el 10% y el 30% del precio del inmueble, aunque puede variar según el banco y las condiciones del préstamo hipotecario.
Es importante tener en cuenta que la aportación propia es una garantía para el banco, ya que le asegura que el prestatario tiene un compromiso económico con la propiedad y está más dispuesto a cumplir con sus obligaciones de pago. Además, la aportación propia reduce el riesgo de impago y permite obtener unos intereses más bajos en el préstamo hipotecario.
En algunos casos, es posible financiar la compra de un piso al 100% con una hipoteca, pero en ese caso se requiere la firma de una póliza de seguro de hogar o un aval bancario. Estas opciones suelen tener unos intereses más altos y unas condiciones más restrictivas que una hipoteca tradicional.