Home staging en un piso de 37 m2

En el apasionante mundo del home staging, cada metro cuadrado cuenta. La magia reside en transformar un espacio pequeño en un lugar acogedor, funcional y, sobre todo, atractivo para quien busca un nuevo hogar.

Hoy, quiero compartir mi experiencia personal en el arte de preparar un piso de 37 m² para el mercado inmobiliario, un proyecto que no solo desafió nuestra creatividad sino que también reforzó mi convicción en el poder del detalle y la percepción.

El Punto de partida: un lienzo en blanco

Al encarar un proyecto de home staging, el primer paso siempre es ver el espacio como un lienzo en blanco.

Este piso de 37 m², aunque modesto en tamaño, ofrecía un potencial enorme para convertirse en un hogar moderno y acogedor.

La clave estaba en optimizar cada rincón, seleccionar cuidadosamente los elementos decorativos y asegurarse de que cada pieza tuviera un propósito tanto funcional como estético.

Estrategia y planificación: el corazón del proyecto

El objetivo era claro: hacer que el potencial comprador o inquilino pudiera visualizarse viviendo y disfrutando del espacio.

Para ello, se adoptó un enfoque minimalista, bajo la premisa de «menos es más».

Esta filosofía no solo ayuda a evitar la sensación de agobio en espacios reducidos sino que también potencia la funcionalidad de cada elemento elegido.

  • Decoración y Mobiliario: Se optó por piezas modernas que ofrecieran soluciones de almacenaje inteligentes y que, al mismo tiempo, aportaran calidez al ambiente. La paleta de colores se mantuvo en tonos cálidos y neutros, complementada con texturas naturales como el mimbre, para crear un ambiente acogedor y relajante.
  • Detalles Personales: Elementos como libros, un tocadiscos y plantas se distribuyeron estratégicamente por el piso, no solo como adornos sino como invitaciones a imaginar la vida dentro de ese espacio. Cada detalle fue pensado para resonar con el público objetivo, en este caso, jóvenes o parejas en busca de su primer hogar.

La Importancia de la luz y el color

El uso de la luz, tanto natural como artificial, jugó un papel crucial en este proyecto.

Se buscó maximizar la luminosidad del piso para hacerlo visualmente más amplio y acogedor. Hay que decir que el piso es en sí muy luminoso, aún siendo interior da un patio de manzana muy amplio y por otro lado da a otro patio interior.

La elección de cortinas ligeras que combinaban con el color base y lámparas complementaban el flujo de luz. No hemos colocado espejos, creímos que no era necesario, pero podría ser una estrategia si necesitas ampliar visualmente el espacio.

En cuanto a la paleta de colores, se eligieron tonos que aportaran calidez pero que también transmitieran serenidad y elegancia. El azul océano (cocina) y los matices de marrón se utilizaban para acentuar y dar carácter, asegurando que cada espacio tuviera su propia identidad pero sin perder la cohesión con el conjunto del piso.

Creando conexiones emocionales

El verdadero éxito del home staging radica en su capacidad para crear una conexión emocional con el espectador.

No se trata solo de presentar un espacio bonito, sino de contar una historia en la que el potencial comprador o inquilino se sienta protagonista.

Para ello, se personalizó el espacio pensando en el estilo de vida y gustos del público objetivo (pareja joven o una persona «moderna»).

Detalles como la selección de libros, la música en el tocadiscos o incluso la disposición de la mesa estaban diseñados para evocar sensaciones de hogar, confort y bienestar.

Más que estética, una estrategia

El proyecto de este piso de 37 m² fue mucho más que un desafío de diseño; fue una lección sobre la importancia de entender al público objetivo y de cómo los detalles pueden hacer la diferencia en el mercado inmobiliario. El home staging se reveló no solo como una herramienta de marketing poderosa sino como una vía para dar vida a espacios que, a primera vista, podrían parecer limitados por su tamaño.

Cada decisión tomada, desde la elección del mobiliario hasta el último adorno, fue parte de una estrategia pensada para maximizar el potencial del piso y conectar emocionalmente con el futuro inquilino.

Conocer al Público Objetivo

Entender quién es el comprador o inquilino ideal es fundamental. En este caso, al dirigirnos a jóvenes y parejas buscando su primer hogar, enfocamos la decoración y el estilo para resonar con sus gustos y necesidades. Esto incluye desde la selección de la música hasta los libros en las estanterías, cada detalle cuenta para hacer que el potencial comprador se sienta como en casa.

La funcionalidad ante todo

En espacios pequeños, cada metro cuadrado debe justificar su existencia. Optamos por mobiliario multifuncional y soluciones de almacenamiento inteligentes. Esto no solo ayuda a mantener el orden sino que también permite a los futuros inquilinos visualizar cómo podrían vivir cómodamente en un espacio reducido.

La importancia de la primera impresión

El home staging es, en esencia, preparar el escenario para esa primera impresión impactante. Desde el momento en que alguien entra por la puerta, debe sentirse atraído por el espacio. Por ello, dedicamos especial atención a la entrada, asegurándonos de que fuera acogedora y representativa del estilo y ambiente del resto del hogar.

Detalles que hablan

Los pequeños detalles son los que realmente venden la historia de un hogar. Elementos como plantas, la disposición de los platos en la cocina, o incluso la forma en que se presenta la cama, hablan directamente al estilo de vida y las aspiraciones del comprador. En este proyecto, cada detalle fue escogido con el propósito de invitar a los futuros inquilinos a imaginar su vida en ese espacio.

Flexibilidad y creatividad

Finalmente, el home staging es un ejercicio de flexibilidad y creatividad. No todos los proyectos requerirán el mismo enfoque, y lo que funciona para un espacio puede no ser adecuado para otro. La capacidad de adaptarse y pensar creativamente es esencial para superar los desafíos únicos que cada propiedad presenta.

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