Cómo retirarse joven (y rico): con coches viejos y casas para reformar
En nuestro imaginario colectivo, suele aparecer que los ricos se pasean en coches lujosos y viven en hermosas casas. Sin embargo, muchos multimillonarios hacen exactamente lo contrario: compran coches viejos y casas para reformar. ¿Quieres saber por qué? ¡Sigue leyendo!
La brecha de ahorro
Para construir riqueza, no necesitas deslumbrar con tus posesiones, sino crear una brecha de ahorro. El secreto para enriquecerse es simple: ganar más, gastar menos. Esto se refleja en un gráfico con dos líneas: ingresos y gastos. Lo que quieres es que la línea de ingresos siempre esté por encima de la línea de gastos.
Puedes hacerlo de dos formas:
- Ganar más: puedes intentar conseguir un aumento en tu trabajo, trabajar horas extras, conseguir un segundo empleo o invertir en inmuebles u otros activos que generen ingresos.
- Gastar menos: aquí es donde entran en juego las casas y coches. En vez de comprar un coche o una casa caros, puedes optar por uno más económico y ahorrar la diferencia.
Evitando la trampa de altos ingresos y altos gastos 😰
Es fácil caer en la trampa de ganar más para gastar más. Al aumentar tus ingresos, puedes sentir la tentación de gastar más en cosas que te gustan, como un coche o una casa más lujosos. Pero si no tienes cuidado, puedes terminar en la misma situación financiera, solo que en un nivel de ingresos más alto. ¿Has oído el dicho «agua que no has de beber, déjala correr»? Aquí aplica: dinero que no has de gastar, déjalo crecer.
El coste de oportunidad 💸
El coste de oportunidad se refiere al potencial de ganancias que pierdes cuando gastas dinero hoy. Por ejemplo, si gastas 1.000 euros hoy en lugar de invertirlos en algo que ofrece un rendimiento del 7,2%, en 10 años habrías perdido la oportunidad de tener 2.000 euros. Y en 20 años, habrías perdido la oportunidad de tener 4.000 euros.
Invierte en el futuro, no en el presente 🚀
«Comprar coches viejos y casas para reformar» no solo es una manera inteligente de ahorrar dinero, sino también de invertir en tu futuro. Un piso para reformar con buena ubicación, aunque puedan necesitar un poco de trabajo y mantenimiento, pueden apreciarse con el tiempo, generando un patrimonio neto significativo.
El poder de los coches viejos y las casas para reformar 🏡
Imagina que tienes dos personas, Diego y Sara, que toman decisiones diferentes a los 25 años.
Diego decide comprar un coche nuevo por 40.000 euros y una casa nueva por 355.000 euros. Sara, por otro lado, decide comprar un coche de 10 años por 10.000 euros y una casa antigua para reformar por 175.000 euros.
Tras 20 años, Diego ha gastado más dinero, pero no ha acumulado un patrimonio significativo. Sara, en cambio, ha gastado menos, pero ha acumulado una riqueza considerable. El coste de oportunidad del dinero que Diego gastó en su coche y su casa es ahora un patrimonio neto que Sara tiene. ¿Y qué tiene Sara? Un coche fiable, una casa confortable y una cuenta bancaria muy saludable.
Las Elecciones de Diego y Sara en términos de Vivienda 🏠
Entonces, Diego elige comprar una casa nueva por 355,000 €. No es un número descabellado, dependiendo de la ubicación en España, podría representar un precio promedio para un piso en algunos barrios de Madrid o Barcelona. Supongamos que ha ahorrado y decide invertir 50,000 € como entrada, lo que le deja una hipoteca de 305,000 € a un interés del 3.1%. Esto significa que estará pagando alrededor de 1,300 € al mes durante 30 años, sin contar otros gastos como impuestos, seguros y mantenimiento.
Por otro lado, Sara elige un camino diferente. Decide comprar una casa más antigua en una buena ubicación por 175,000 €. No está en las mejores condiciones, requiere algo de remodelación cosmética, pero es habitable. Invierte 15,000 € en reparaciones, y pone algo de su esfuerzo personal. Al final, su casa vale 250,000 €, pero solo ha invertido 190,000 € en total.
De nuevo, la pregunta es ¿cuál es la verdadera diferencia entre las dos opciones?
El coste de oportunidad y el Poder de la Inversión Inmobiliaria ⏳📈
Si recordamos ese 7.2% de rendimiento en 10 años que mencionamos anteriormente, podemos evaluar el impacto de la diferencia de inversión inicial. La diferencia en la inversión inicial es de 115,000 € (305,000 € de Diego menos 190,000 € de Sara). Siguiendo esos 7.2%, este monto podría haberse duplicado en 10 años, es decir, podría haberse convertido en 230,000 €. Y en 20 años, se habría convertido en 460,000 €.
Es aquí donde entra el poder de la inversión inmobiliaria. Supongamos que Sara toma ese dinero extra que ha ahorrado en la compra de su casa y lo invierte en una propiedad de alquiler. Con una inversión inicial de 100,000 €, podría comprar una propiedad de alquiler que genere un ingreso anual de, digamos, 9,600 €. Eso son 800 € al mes, una cantidad que, si se ahorra e invierte de manera inteligente, puede proporcionar una fuente sólida de ingresos pasivos.
Y esto es solo la punta del iceberg. A medida que pasan los años, y se suma el valor de la apreciación del capital, su patrimonio neto podría aumentar aún más. Calcula por ejemplo un 3% de apreciación anual.
La moraleja de la historia: Gana más, Gasta Menos 💡
Al final del día, la verdadera diferencia entre Diego y Sara no es solo de unos cuantos miles de euros. Es la diferencia entre el trabajo duro para ganarse la vida y el tener la libertad financiera. Sara se dio cuenta de que, para crear riqueza, no solo se necesita ganar más dinero, sino también gastar menos (o de manera más inteligente). Al tomar decisiones inteligentes en cuanto a sus gastos más grandes – su coche y su casa – Sara ha logrado crear un ahorro sustancial que luego puede invertir para generar ingresos pasivos y aumentar su riqueza.
A medida que sigues tus propios objetivos financieros, recuerda siempre la lección de Sara: la clave para la riqueza no se encuentra en los coches lujosos o las casas caras. Se encuentra en tomar decisiones inteligentes, vivir dentro de tus medios, y siempre buscar oportunidades para invertir y hacer crecer tu dinero. Con esta mentalidad, tú también puedes seguir el camino de Sara hacia la independencia financiera.
Y recuerda, no importa cuánto ganes, lo que realmente importa es cuánto te quedas. Así que elige sabiamente, invierte inteligentemente y aprovecha al máximo tu dinero. Esa es la verdadera clave para retirarte rico. 😉